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A 115 años del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, guitarist, poet and Argentine singer considered the “father of folklore”

Recuerdo de Atahualpa Yupanqui

Este 31 de enero de 2023, se cumplen 115 años del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, guitarist, poet and cantautor Argentina considered the “father of folklore”.

Héctor Roberto Chavero, known artistically as Atahualpa Yupanqui, He was born on January 31, 1908 in Campo de la Cruz, province of Buenos Aires. Hijo de un matrimonio de criollos, a los seis años commenzo a estudiar violín con el cura del pueblo hasta que se inclinó por la guitarra tomando clases con el maestro Bautista Almirón en Junín. There he discovered the music of Sor, Albéniz, Granados and Tárrega, and also guitar transcriptions of works by Schubert, Liszt, Beethoven, Bach and Schumann.

His pseudonym of Atahualpa was born in 1913 during a school work in honor of the last sovereign Inca, and a year later he agregó el Yupanqui. La traducción de su nombre significa el que vino de lejanas tierras a contar; derivado de los siguentes terminos quechuas: Ata “venir*, Hu “de lejos”, Alpa “tierra” y Yupanqui “contar”. En 1917 se mudó a Tucumán junto a su familia ya los 19 años compuso su popular canción “Camino del indio “. Durante su juventud, recorrió gran parte de la Argentina experimentando costumbres y sonidos que luego paslmó en sus composiones.

En 1931 se casó con su prima María Alicia Martínez que ya tenía un hijo de una pareja anterior y se radicaron en Entre Ríos where her daughter Alma Alicia Chavero was born. Un año después, Atahualpa tuvo que exiliarse fuera del país tras participari del failedo intento revolucionario en La Paz, Entre Ríos. Mientras que su esposa se trasladó a Junín donde dio a luz su segundo hijo, Atahualpa Roberto Chavero. Ya finacada en Rosario, en 1936 nació Lila Amancay Chavero y al año siguiente se separaron.

Radicado en Tucumán, en 1942 conoció a la pianist Antoinette Paule Pepin Fitzpatrick apodada Nenette, nacida en Francia y formada musicalmente en nuestro país. Con Nenette married in Montevideo, had his last son, Roberto Chavero, and maintained a relationship for 48 years. She signed with the pseudonym of Pablo del Cerro, being the co-author of 65 canciones de enorme éxito entre ellas las populares “El arriero” y “Luna tucumana”.

Because of his affiliation with the Communist Party, Yupanqui was censured in the country, so he could not actuar en vivo in radio programs. At that time, he traveled to France to present himself in Paris as a special guest of the singer Edith Piaf, and there he signed a contract with the record company Chant du Monde, with which he published his first LP in Europe titled “Minero soy” with which he obtained el primer premio de mejor disco folklórico de la academy Charles Cros. In 1952, he resigned from the Communist Party and, in 1953, he lifted his proscription, and again he was arrested in a sustained form and made numerous presentations in Buenos Aires and the interior of the country.

In the 1960s, he consolidated in the international arena, offering concerts in Colombia, Japan, Morocco, Egypt, Israel, Spain and France, where he finally established himself. Si bien visited sporádicamente el país, con el regreso de la democracia presented varias obras en el famous café concert y galería La Capilla. A lo largo de su career, tocó con innumerables músicos y compartió créditos con grandes compositores grabando más de 1200 canciones y cerca de 300 canciones registradas como propias. In addition, as a writer he published the book “Piedra Sola” (1941) and the novel Cerro Bayo (1947) which inspired the film “Horizontes de Piedra” (1956).

El escenario del Festival Folklórico de Cosquín (the most important one in Argentina) was baptized with his name in 1972; was named Ciudadano Ilustre in the State of Vera Cruz, Mexico in 1973; was decorated by the Government of Venezuela in 1978; He was named Honorary President of the Association of Trovadores of Medellín, Colombia in 1979; received the Diploma of Honor of the Inter-American Music Council of the OEA in 1983, the Premio Konex de Platino como autor de folklore in 1985, the Premio Caballero de las Artes y Letras del Ministerio de Cultura de France in 1986; the title of Doctor Honoris Causa in the National University of Córdoba, Argentina in 1990, the distinction of Ciudadano Ilustre in the City of Buenos Aires in 1991.

In 1989 he created the “Fundación Yupanqui”, en su casa de Cerro Colorado, refugio que el maestro utilizaba al regresar de sus giras por el mundo. That year Atahualpa was interned in Buenos Aires for a heart attack, so in January 1990 he participated in the Cosquín Festival. El 14 de noviembre de ese año murió Nenette, ya los pocos días Yupanqui complió un compromiso artístico en París. En Deciembre de 1991 he presented in Buenos Aires, en el que sería su ultimo concierto offered en la Argentina.

Don Ata, as he was fondly called, died on May 23, 1992 in Nimes, France. His ashes rest in the gardens of his Casa Museo de Cerro Colorado, in the shade of an oak tree next to Santiago Ayala’s “El Chúcaro”, a place where his books, his grandfather’s daggers, ponchos, aperitifs and los regalos que le dio la gente en sus giras por el mundo.

His extensive musical work was compiled by Carlos Martínez en un disco de seis volúmenes, quien nos habla acerca de su valuable legado.

Entrevista a Carlos Martínez: “Aquel que quiera el alma, tiene que acudir a la obra de Yupanqui”

Carlos Martínez was born in the Autonomous City of Buenos Aires and began his guitar studies in fourteen years, dedicating himself completely to classical and folk music. Se crió en un hogar donde se escuchaba permanentemente buena música. Gifted with a great musical ear, his primary teacher was Luis Gómez, who considered him his guide and source of permanent consultation. In 1998 he was invited for the first time by Juan Falú to the Guitarras del Mundo festival, participating in this musical collective until the present day.

Después de años de un arduo trabajo de recopilación y transcripción, Carlos Martínez grabbed Atahualpa Yupanqui. Completa work for the guitar that includes six CDs that the label Acqua Records edited for the centenary of the maestro’s birth with his own compositions and another with foreign pieces that he used to interpret with personal style. En esta interview, Carlos Martinez habla acerca de este monumental trabajo discográfico rindiéndole tributo replicando su técnica a la perfección.

-¿Por qué eligió el repertorio de Atahualpa Yupanqui para realizar este disco tan extenso titulado Obra completa para guitarra?

-Llegó a mí un poco de casualidad la chacarera de “La Nadita” en un cassetito que tenía una abuela postiza. Fue el primer instrumental que escuché. Ahí me fui acercando a la guitarra y un gran hombre, mi maestro de guitarra, Don Luis Gómez me acercó a la obra Yupanqui y como compromiso me prometí en algún momento grabar aunque sea parte de la obra de Yupanqui. Allá por el año 1997 se dio que María Elvira Grillo hablara con la gente de Aqua. Y con un acuerdo que hicimos con Fernando Laviz, se grabó toda la obra integral de Don Atahualpa Yupanqui. Un compromiso que yo tenía en ese momento y compromiso que tengo ahora en transcriber a partitura toda esa toda obra fielmente como la tocaba Don Ata.

-¿Quál fue el criterio utilizado para elegir las canciones?

-Al tratar de hacer una selección integral hubo que elegir todo lo que hubiera engraved Atahualpa Yupanqui. Es así como apparén obras de Johann Sebastián Bach o Fernando Zor, que hay un preludio, también hay algún choro brasilero. Esas son las cosas medias inéditas de Don Atahualpa, gran amante de la música clásica también. Es así como junté y transcribí hacia la guitarra todo lo que él había tocado. Ese es el criterio practically, tratar de hacer un integral. Todo lo que él había engraved en su vida, tratar de plasmarlo en estos seis discos.

-¿Cómo fue el processo de transcription?

-Practicamente desde los catorce años que toco la música de Don Atahualpa Yupanqui, así que ya eso quedó. Es un trabajo que yo venia haciendo desde muy chico, así que en el año 2007 cuando grabamos esto, yo tenía gran parte de la obra de Don Atahualpa tanto en dedos como en algunas partituras y comprendía su lenguaje. Entonces como uno ya viene hace tantos años interpretando la obra de él, no fue complicado tener que grabar toda esa obra. Comprendía todo lo que fuera tocar su música y claro está, interpretla.

-¿Qué puede decirnos acerca de la particular forma de afinación que utilizaba Atahualpa?

-La afinación de Don Atahualpa was very personal. En algunas obras, como por ejemplo “Danza de la Luna” utiliza una afinación abierta, que es un D minor abierto. Primera en D, segunda cuerda en La, tercera cuerda en F, cuarta cuerda en D, quinta en La y sexta en D. Entonces queda como si fuera un Mi minor, nada más que un tono más bajo, queda el Re minor abierto. De esa manera puede tocar pentatónicamente sin ningún tipo de difficuldad técnica. Y queda en la guitarra una harmony muy linda. Aparte él tenía un poco una costumbre muy personal de grabar con la guitarra con la afinación más baja. Realza los armónicos y le da cierta dulzura y belleza al sonido de la guitarra. Igualmente se nota que él según como se levantaba ese día, afinaba como se le ocurría o como le sonaba ese día la guitarra, son muy particulares las afinaciones de Don Atahualpa. Y en sus chacareras o gatos, hay algunas cosas que están, por ejemplo, la tercera en La, sexta en D, para hacer alguna obra en tono mayor, en D mayor o en D minor. Y después también, la quinta en Sol y sexta en Re para tocar en Sol major o Sol minor, según la obra.

-Háblenos sobre la influencia de Antoniette Pepín Fitzpatrick (Nenette) in the musical career of Yupanqui

-Nenette realente influenció mucho sobre la obra de Don Atahualpa Yupanqui. No tan solo acompañándolo en muchas de las obras que él compuso las letras, sino también en la parte musicale. Sus obras más lindas para guitarra, justamente la que a mí me enamoró en algún momento, “La Nadita” era de Pablo del Cerro, seudónimo con el que firmaba Nenette. She was a great interpreter of Bach’s work, a great pianist. Dicen que tocaba muy bien la obra de Bach y bueno ella colaboró ​​con su creativati ​​en muchas de las obras instrumentales de Don Ata. “La zamba soñadora”, “La Nadita”, “Zamba del ayer feliz”, “Agua escondida”. Dos chacareras: “Don Emiliano”, que está dedicada a su nieto, y “La Paulita”, otra chacarera también de Pablo del Cerro. Ha sido ella una gran influenza. Él, creo yo, ha terminado de pulir toda su forma guitarrística, todas esas questiones hasta casi armónicas gracias a Nenette. Ha sido una gran ayuda Nenette a Don Atahualpa.

-¿ Cuál fue el legado que nos jó Atahualpa?

-Don Atahualpa nos ha dejado un gran legado, no tan sólo poético sino también guitarrístico. Muchas obras instrumentales que no hacen falta que sean quizás muy elevadas técnicamente pero simaleno son elevadas. Y hay que tener cierta creativati ​​en lo interpretativo para poder interpretarlas en la manera en que realente tienen que ser, porque si no se pierde eso de la guitarra criolla argentina. En sus arrastres, en todos sus glissandos, en la manera de interpretar la guitarra tan romántica y tan criolla a la vez. Un gran legado guitarrístico dejó Don Atahualpa. Lo que pasa que muchos se conforman con tocar una milonguita, una chacarerita, porque buscan quizás lucir otras cosas. Pero para aquel que quiera lucir el alma, tiene que acudir a la obra de Yupanqui.

-¿Alguna apreciación que quiera agregar y no esté contempladada en las preguntas anteriores?

-Simplemente decir que Yupanqui ha dejado una gran obra y quizás ha sido el que más pudo plasmar la guitarra criolla argentina. Él ha elevado la guitarra por medio de todo lo que él tenía como guitarist, desde su técnica, de su manera de harmonicar, desde su manera de conocer al hombre y differentes paisajes de nuestro país, él ha dejado una gran obra. Hay obras que justamente no he gravado, “Huanacauri” por ejemplo, un tema andino que él recopiló en Perú. “La arrastradita”, una chacarera que no está grabada en ningun Long Play o soporte de recording de venta comercial que llegó a mis manos por intermedio de un coleccionista, a través de una recording private. Y tantas obras que van quedando olvidadas. O grabaciones de radio, que en ese momento en que yo grabbed los six CDs, no estaban a mi alcance. Todo eso queda, lo he transcripto y van quedando como cosas. Y lo que uno trata es eso, de que toda esa obra de Don Ata no se olvide. Que siga permanente en los jóvenes y diferentes guitaristas que están ávidos de tocar esa música. Eso nos ha dejado Don Atahualpa. Es lo que puedo decir desde la guitarra. Fuente: Argentina.gob.ar

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