El escándalo por abusos en la Iglesia que persiguió a Benedicto XVI hasta el finale

ROME.- El Pope Francis siempre eulogió a su decesor, Benedict XVI por haber comenzado con fuerza la lucha contra la pedophilia en el clero y por haber implementado una política de “tolerancia cero” contra los abusadores. But, paradoxically, Joseph Ratzinger vivió perseguido por este escándalo hasta el final, tanto es así que, pese a sus 95 años, en su Alemania natal enfrenteba un proceso judicial por cover up of a case that happened more than 40 years ago.

In 2010, in the midst of his pontificate, Benedict XVI was shocked by two articles from the German Semanario. Der Spiegel y del diario estadounidense The New York Times, que lo accusaron de haber encubierto un caso, en su época de archbishop de Munich-Freising. Se trataba del sacerdote Peter Hullerman, quien con su visto bueno había iniciado una therapy en los años 80 después de haber committed abuses on children in Essen, y quien luego regresó a sus tareas pastorales.

The case refloated in January of this year when an report was published on abuses of the clergy committed in the archdiocese of Munich and Freising by the legal studio WestpfahlSpilker Wastl on behalf of the German cardinal Reinhard Marx, titular of the archdiocese since 2007. The report, de cuatro volúmenes y más de 1893 páginas, accused Joseph Ratzinger of “negligencia” in the management of four cases, en el marco de un amplio reporte que aseguró que from 1945 to 2019, almost 500 minors were victims of abuse, Committed by more than 230 religiosos.

Days after the publication of this report, a statement was made through his private secretary, archbishop Georg Gänswein, Ratzinger, who was archbishop of Munich and Fresing between 1977 and 1982. se disculpó por haber negado haber estado en una reunión en la que se trató el caso de Hullerman. Algo que, subrayó, “no hizo de mala fe” sino por “un neglecto en el proceso editorial” de una respuesta senta por sus abogados.

“El está muy dolido por ese error y se disculpa”, indicó su secretario, al aclarar de todos modos, que en esa reunión no se había decidido trasladar al sacerdote a otra diócesis, sino que se se aceptó que se alojara en Munich mientras realizaba su tratamiento terapútico.

This statement alluded to the case of priest Peter Hullerman, who is now 74 years old and who, between 1973 and 1996, abused at least 23 children between 8 and 16 years old, and who in 1980 was sent to Munich with a diagnosis “disturbio narcissístico de base con pedophilia y exhibitionismo”, pero que luego fue trasladado a otra diócesis y siguió abusando

En junio pasado, a victim of Hullerman presented a complaint against Ratzinger before the provincial tribunal of Traunstein, in Baviera. Y en noviembre pasado trascendió que el papa émerito, que siempre se manifestó inocente, pensaba defenderse.

De hecho, en una carta que el Vaticano difundió en febrero pasado, si bien volívo a expressar su gran dolor y vergüenza por lo ocurrido y habló de “grandísima culpa”, Benedict also went on the counterattack with a document of two carillas signed by four German lawyers, experts in canonical law.

Titled “análisis de los hechos” and signed by Stefan Mückl, Helmuth Pree, Stefan Korta and Carsten Brennecke, this document assured taxatively that “como archbishop, el cardinal Ratzinger nunca estuvo involucrado en ningún encubrimiento de actos de abuso“.

This document was accompanied by una carta en la que Benedicto, que durante años fue prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe y que desde ese role desenmascaró al fundador de los Legionarios de Cristo, el pedófilo y abusador Mexicana Marcial Maciel, especially agradecía “la confianza, el apoyo y la oración que el papa Francisco me ha expresado personally”.

Recordó, además, todas las veces que, como pontífice, se réunion con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, en varios viajes. “Como en aquellos encuentros, hoy nuevamente puedo sólo expressar a todas las víctimas de abuses sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petition de perdón“, he wrote. Y agregó: “Ya que he tenido importantes responsabilidades en la Iglesia Católica, mayor es mi dolor por los abuses y errors que se han produced durante el tiempo de mi mission en los respective places. Every case of sexual abuse is terrible and irreparable. Me siento consternado por cada uno de ellos en particular, ya las víctimas de esos abuses quisiera hacerles llegar mi más profunda compasión”.