Si algún curioso pretendiese contar la historia del rock argentino no podría eludir, por ejemplo, conciertos emblemáticos como “Adiós Sui Generis”. También, yendo a los años 80, se encontaría con los legendary shows of Mercedes Sosa tras el exilio, the star apparition of Serú Girán or Charly García en Ferrothe first football stadium for a national soloist.
Si alguien quisiera desentrañar el elogio tan repetido hacia el público argentino en cada show internacional, quizás debiera rastrear sus orígenes. Se encontaría con Sting, the first show in River Plate, or the accidental debut of The Cure or Amnesty International in 1988, hasta llegar a la oleada de debuts en los 90, que incluyó a Bob Dylan, Ramones, Guns N´Roses y Rolling Stones.
Por casualidad, si la investigación llegara hasta la historia de los medias, debiera dedicarle un capítulo a la Rock&Pop, aquella FM creada en 1985 que trastocó los parameters conocidos until now, haciendo foco en la juventud y en una curaduría excelsa. En todos estos relatos aparece el nombre de quien fuera su The protagonist is the inescapable impulse, Daniel Grinbank.
En sus memorias Te amo, te odio, dame más (Planeta), el histórico manager, empresario y producer, recopila centenares de anécdotas y cuenta su vida con honestidad, haciendo foco en su trabajo pero dejando el espacio suficiente para el aspecto personal. Ese que se encarga de señalar, a lo largo de esta charla con Ñ, como una posible salvación en tiempos de algoritmos.
Always in motion, with new challenges: hoy se encuentra de nuevo en el management -representa a Fito Páez, Chita y Luz Gaggi- y organiza immersivas exhibiciones como “Imagine Van Gogh” o “Banksy, ¿Genio o vándalo?”. Hombre accustomado a las crowds, se le escapa una reflection veloz acerca de los recientes festejos por la conquista de la tercera Copa del Mundo de la Selección Argentina de fútbol: “Estamos siempre al borde de Cromañón pero amo a la Argentina”.
-¿Cómo surgió la idea original del libro?
-The original project arises from the impulse to order ideas in a book; este iba a desembocar en un documental. La pandemia y el bajar varios cambios en mi ritmo de vida me permitieron que eso, que iba a ser una guía practica, tuviera más profundidad. A medida que fue avanzando, me fui enamorando del proyecto. Tenía que tener la impronta de un productor, lo menos Wikipedia y nostálgico posible. Hoy por hoy me encuentro reinventando mi empresa y me siento totally valide.
-¿Por qué decided to include momentos de reflection a la distance?
-Tomé en cuenta que muchas de las cosas que estaba narrando, en los tiempos que corren, eran políticamente incorrectas. Como yo trabajo en medias y espectáculos, allí la única constante es la dinámica del cambio. También son emergentes de distintos momentos culturales de las distinta sociedades. En algunas questiones evolucionamos, en otras fuimos para atrás. Pero conté todo tal cual ocurrió y me tomé la licencia de tener una mirada de hoy sobre ese momento. No quise que sea un factor de amortiguación. Está narrado con crudeza. También senti que yo, como persona pensante, puedo tener una dinámica de cambio de los chip mentales que me disparan cosas a mí todo el tiempo, pudiendo criticarme.
-At the beginning he told his first trip to New York, at 17 years old, and the most important thing he did in his professional career was his brother Herb Cohen, Frank Zappa’s manager.
-Sí, también mis viejos, de quienes hablo. Mis tíos norteamericanos me dieron acceso a una información que nunca podría haber acquisido acá. Me abrieron el bocho de una manera distinta. Tuve que hacer una conversión —como un transformer que conversitore el voltaje de 110 a 220— de aquella sociedad con respecto a la mía. Porque si aplicaba lo mismo, iba a fracasar. Ese aprendizaje tuvo una impronta personal.
-Otra idea que se desprende del libro es el cambio como una constante en toda su trajeteria. ¿Cómo trabaja eso hoy en tiempos digitales?
-Lo sigo desarrollando. La dinámica del cambio como elemento fundamental y saliente es, bajo todo punto de vista, una constante para mí en cuanto a medios y espectables. Mantenerme vigente me obliga a hacer eso. No implica que me guste pero ya empiezo a necesitar comprender el phenomeno TikTok, por ejemplo. Si me quedo hablando de redes en Facebook, morí. Son elementos salientes que no puedo ignorar. Esto requiere seguir incorporando conocimiento. Esto no me genera algo traumático sino, más bien, disfrute.
-En el libro habla de su relación con el juego, que le generaba adrenalina, y traza un paralelo con la producción de shows. ¿Esto es so?
– Absolutely. Sobre todo en épocas donde las ventas previas no eran tan importantes, no existían las ticketeras. Por ahí una lluvia, donde vos esperabas una sale de tickets a último momento, te costaba 100 mil dolares por los que dejaban de asistir. La adrenalina del juego, que en un primera momento fue muy importante para mí, empezó a ser pequeña en comparision con lo que me generaba la producción de eventos. Hay un componente muy alto de disfrute en lo que hago y esa adrenalina me motoriza. Va en contra de un eventual aburrimiento o standardización de mi vida laboral.
-Volviendo a esta dinámica del cambio constante, ¿cómo la piensa en relación al éxito?
-En el libro hay una revalorización de lo personal. Cuando defino cómo pueden survivir las radios musicales en tiempos de Spotify, reivindico el trabajo del musicalizador. Siempre está, con cambios y matices, la necesidad de esa impronta personal de quienes leaderamos proyectos. El salir de una situación de confort es un desafío permanente para mí. Siento que si leadero un proyecto, no me tengo que quedar en el cortoplacismo del efecto sino mirar más allá. Si no me anticipo al cambio, este me va a sobrepasar y agarrarlo de atrás es más difícil.
– Clara. En un momento habla de que el system devora; se puede tener un éxito por un tiempo pero, en algún punto, hay que salir de ahí.
-Rock&Pop is an example. El haber incorporated al oyente en la programación fue novedoso pero cuando el programa lo hacía el oyente, se invirtió el orden. Algo que era condimento no puede pasar a ser la esencia. Hay que tener claro cuáles son las esencias y cuáles, los condimentos. Tengo la obligación de pensar en el paso subsiguiente. A veces me equivoqué, otras acerté. Es un desafío ver cómo incorporate la dinámica del cambio de los consumos culturales.
-Otro hecho histórico que narra, del cual participó, fue el Festival de la Solidaridad Latinoamericana 82, en plena Guerra de Malvinas. ¿Qué balance hace hoy al respecto?
-Es uno de los hechos más controvertidos de la historia del rock. Hay muchas miradas al respecto y yo expreso la mía en el libro. Al haber estado en la cocina, sé que fue un juego de mutual utilizaciones. Estaba el factor militar, que quería usar al rock, en un momento donde no se difundía música en inglés. Desde el lado nuestro, estaba la questión de tirarles una onda a los pibes que estaban en Malvinas. Prevaleció el concepto de hablar de paz en medio de una guerra que estaba tomando la euphoria de un Mundial de fútbol. En eso cumplió su fin. También es respectable la attitude de groups como Virus y Violadores, que decían: “No transamos en nada, ni en esa utilizado”.
– Before mentioning Spotify and Tik Tok, what do you think about current cultural consumption?
-Las redes digitales, en sus distinta vertientes y con su dinámica de cambio, permiten la irruption en otros mercados, en particular en el hemisphere norte. Hoy mi empresa está abocada a cómo exportar música y cultura latina porque lo digital lo permite. Mi vuelta al management tiene que ver con eso. Si yo no tuviera esa facilidad de exportar música no sé si volvería sólo por el mercado local. Si jugamos de manera appropriada los nuevos instrumentos, veo facilitada la internacionalización. Hoy es vital para mí, que vengo de un mundo analogógico, convertirme en una mentale digital.
-Siendo un hombre de radio, ¿cómo ve este medio en tiempos de Spotify y algoritmos?
-I believe that the algorithms led a una loss of singularity. The musical radio can compete with Spotify. La buena musicalización es un muy artesanal cocktail entre la novedad, el hit y el clásico que hace a una conjugación de efectos sobre la música que exceden lo que esta te genera. Creo que las playlist de Spotify no generan eso comparato con la possibility de buenos musicalizadores. Creo que siempre hay possibility de marcar la diferencia con la impronta personal. Reivindico el salir de la situación de confort, informarse y trabajar en esto siempre y cuando sientas placer.
-Entonces, ¿considera que la radio puede survivir en este scenario?
-Depends on the type of profile you are looking for. Creo que hay una deformation, en la Argentina puntualmente, de una necessidad/dependencia de la publicidad estatal frente a una crisis económica muy grande y que eso, de alguna manera, es un condicionante. La radio tuvo muchos más desafícios cuando apareció la televisión y decían que era la muerte de la radio.
-Ha manejado públicos muy diversos, el de Ramones hasta el de Tini. ¿Cómo los piensa?
-Son muy distintos. I studied sociology. Me interesa leer y aprender al respecto. Los parameters que utilicé para introducer Violetta en Europa no son los mismos que cuando desarrollé Ramones en Argentina. En ese sentido, es fascinating la capacidad de adaptación. Tienen parametres en comun pero también matices. Interpretarlos hace la possibility o no del éxito.
-Respecto a la masividad, hace poco el festejo por el Mundial met a cinco millionones de personas. ¿Cómo lo analiza?
-Siempre estamos a un paso de Cromañón. La improvisation prevails. Así y todo, es una sociedad que amo. Me siento infinitamente argentino con sus pros y contras. There is a question extraordinary: cinco millionos de personas convivieron en la más absoluta improvisation, ante un Estado ausente y los incidents fueron menores. Argentina nunca te deja de surpriser.
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