En algún momento de su infancia Coté Labandeira empezó a tartamudear. A los nueve o 10 años, cuenta, aquellas pequeñas trabas para hablar que habien comenzado en su niñez se habien convertido en una pesadilla. En el colegio le hacian leer en voz alta y ella sentia mucha angustia y vergüenza al no poder decir más de two or three palabras de corrido.
“Recuerdo que entre los los 10 y los 13 años evitaba situations como hablar por teléfono porque cada vez que tenía que hacer una llamada me ponía muy nerviosa y no sabía cómo empezar la frase sin trabarme. En mi familia soy la menor de tres hermanos, con mucha diferencia de edad, mi hermana me lleva 15 años y mi hermano 10. Por eso tuve papás ´grandes´ que en eso momento no se detenían demasiado en mi tartamudeo ya que mi pediatra les he said that he was nervous. Al no ser un tartamudeo constante, iba a disapearer con el crecimiento”, recalls Coté, a la distance.
La importancia de la contention de sus maestras
Pese a que eran muy evidentes y explícitos los momentos de su tartamudeo, Coté rescata como muy positivo que ninguno de sus compañeros la cargaba ni la molestaba por ese problema que tenía.
“Cuando practicábamos lectura en voz alta varias de las docentes eran muy contoneras y muchas veces me preguntaban si tenía ganas de leer y no me obligaban a hacerlo si no lo deseaba. La contención docente para mí fue primordial en ese momento”.
Sin embargo, más allá de que su situación no le traía problemas collaterales Coté se sentía triste, y fastidiosa, al no poder evitar pasar por esos incómodos e undesirablees momentos.
“Tenía muchísima facilidad para cantar y no así para hablar”
En uno de esos días de mayor congoja, Coté se puso a recordar que desde que era muy chiquita siempre le había gustado la música. En su casa de Villa Bosch (provincia de Buenos Aires) se escuchaba jazz, ópera y tango desde que tenía uso de razón.
“Recuerdo que a los cuatro años transformaba la mesa ratona del Living de mi casa en un escenario donde daba mis recitales de música para mis hermanos y para mis papás. Tenía muchísima facilidad para cantar y no así para hablar”, expresa.
“La música me sanó y me rescató”
Lo interesante es que Coté began a darse cuenta de que “mágicamente” al cantar su tartamudez desaparecía. No había miedos ni inseguridades. Podía cantar varias canciones sin trabarse ni una vez y hasta fantaseaba en comunicarse cantando y no hablando.
“The first time I sang in public was in a school act at the school, I was eight years old and I remember that I sang a folk song on May 25. De ahí en adelante fui la encargada de musicalizar todos los actos, por eso digo que la música me sanó y me rescató, hacía que el tartamudeo no se tornara ´tan important´ y empezoso a estar en segundo plano”.
Coté cuenta que cuando era chica “cantaba de todo”, en la guitarra tocaba folklórico repertory y le gustaba mucho la música que escuchaban en ese momento sus hermanos mayores. A los 10 años cantaba Desconfío de Pappo´s Blues.
“¿Podré dar clase ante alumnos y no tartamudear?”
Sin embargo, más allá de que desde que era una niña soñaba con ser cantante lo más probable es que a los 10 años no se imaginaba que con el tiempo llegaría a transformar esos sueños en realidad y que logaría vivir de la música.
“Con el tiempo y gracias al canto el tartamudeo fue desapareciendo en el habla, sólo volvía en algunas ocasions cada vez más espaciadas. A los 16 ingresé en el conservatorio de música de general San Martín para estudiar el profesorado de Educación Musical. Quería ser docente y terminar de una vez con aquello que me había tormentado durante tanto tiempo. En esa época me preguntaba ‘¿podré dar clase ante alumnos y no tartamudear?´”
El dominio que Coté iba adquiriendo en su voz cantada, y la técnica de respiración que usaba al vocalizar, la údadado a usarla en su voz hablada, especial en los momentos donde aparecía el tartamudeo.
“Ya avanzada la carrera impecé a dar clases de música en nivel inicial. Los fantasmas habian desaparecido. Me di cuenta que me gustaba mucho componer canciones y usar temas inéditos. Siempre había alguna nueva melodía que daba vuelta en mi cabeza, le agregaba letra sobre algún tema o contenido que estaba trabajando y así surgía una nueva canción”.
Su carrera como cantante
En un momento Coté se dio cuenta que tenía una gran candidad de canciones para las infancias compuestas y que no las tenía grabadas. Si bien trabajaba daily como docente en varios colegios, se hacía tiempo para cantar en groupaciones de jazz, boleros y covers.
But hasta ese momento no se había dado cuenta de que la cantante infantil came “pidiendo pista”. Así fue que decided to put hands on the work and compile some of his many songs and in 2016 he came to light Coté te cantaa los que se sumó luego Abrazo (2019) Con mucho swing (2022).
Aprender a ser más amoroso con uno mismo
A Coté algunas veces se le difficulti separar la familia del trabajo ya que su marido, Guido, es el bajista de la banda y su hijo, Valentín, sigue los pasos de su padre.
“Con nuestro hijo hablamos mucho, al tener 17 ya profundizamos questiones muy interesantes de la vida y el tema del tartamudeo fue uno de ellos. Al hablar ahora de todo este camino que recorrí, me sigo dando cuenta de que es mi propia mirada la que hace avergonzarme y sentirlo como algo terrible, creo que uno tiene que aprender muchas veces a ser más amoroso con la mirada que tenemos hacia nosotros mismos ”, confiesa Coté who shares all the news of his career in his Instagram account.
El sueño de tocar en el Kidzapalooza
Al hablar de passiones Coté, que actualmente tiene 48 años, cuenta que le encanta sacar fotos y viajar, conocer otros lugares, costumbres, paisajes y disfrutar de los tesoros de su vida: su familia y sus amigos.
“Una de mis proximates metas es tocar en el Kidzapalooza, ojalá que suceda y sueño con poder viajar con mi música por muchísimos países. Siempre digo que cantar sana y que la música es un poderoso remedio que puede ayudarte a transitar y revertir muchas situaciones traumáticas de la vida. Yo con la música pude dejar atrás mis fantasmas de la infancia que se representaban en el tartamudeo, pero luego a través de mis profesiones de cantante y de docente elegí trabajar para los niños y niñas, con la finalidad de compañera el crecimiento de las infancias”.
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